almazara de cabriñana

En el patio central del Cortijo se encuentra la almazara, un singularísimo molino de aceite preindustrial construido en el siglo XVIII por el Marqués de Cabriñana del Monte, que conserva intactos todos sus elementos arquitectónicos, funcionales, así como aperos y demás complementos. Destaca muy especialmente su prensa de viga, siendo por ello el único molino de aceite de este género en tan buen estado de toda Andalucía, como así ha sido declarado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía: “este edificio constituye un referente entre los molinos tradicionales de Andalucía, pues conserva la almazara de prensa de viga más completa de toda la región. No sólo se mantienen in situ y con todos sus elementos la viga y el empiedro, sino también todo el utillaje que requería esta tecnología y algunos documentos sobre reparaciones efectuadas y actividades de la almazara, lo que permite documentar el espacio y el funcionamiento de estos vastos artilugios que fueron tan comunes en la Andalucía de los siglos XVIII y XIX.” http://www.iaph.es/patrimonio-inmueble-andalucia/resumen.do?id=i23073

En la almazara señalamos como elementos fundamentales en el proceso de elaboración del aceite de oliva:

  • una primera estancia donde se encuentra la caldera de cobre para el escalde de las pastas y la chimenea de paja (“la paílla”), precisamente el lugar también destinado al descanso de los operarios.
  • la zona de la molienda que consta de empiedro con alfarge y rulo cónico, tolva, árbol y enganche para la caballería que lo movía.
  • la pila de capachos bajo el platillo de presión, llamado “marrano”, la torre maciza de contrapeso, la capilla y ventana del diablo.
  • la prensa de viga formada por troncos de madera unidos con maromas y cinchos de hierro para formar una sola pieza. También las cuadernas o guiaderas a ambos lados de la estructura que daban fijación al conjunto.
  • El quintal y el husillo que unido a la prensa de viga daban el giro que lo hacía subir y bajar.
  • Y por último la zona de bodega con las tinajas de barro de enormes dimensiones, para el almacenamiento de los caldos y su posterior decantación por reposo y arrope de orujo, así como las más modernas zafras de latón para el reparto y venta del valioso aceite.

El molino de Cabriñana estuvo en uso hasta el año 1936, cuando tras un bombardeo sufrido al comienzo de la Guerra Civil española, quedó inutilizado por la destrucción de su cubierta.

En la actualidad constituye un recurso didáctico excepcional como ejemplo del proceso primitivo (el mismo utilizado desde la época romana, y también por los árabes) de transformación de las aceitunas en aceite.